Lo primero que tenemos que hacer es situarnos al lado de la bici y poner el sillín a la altura de la cadera, más o menos. Esta es una medida orientativa.

Nos montamos en la bici y con los pies en los pedales, ponemos uno de ellos completamente vertical.

La pierna debe quedar casi completamente estirada, teniendo una ligera flexión sin estar nunca completamente estirada, la cadera no debe bascular teniendo el pie en esta posición.

Si tenemos el sillín demasiado bajo podemos generarnos lesiones en el tendón rotuliano, y si lo tenemos alto la que sufrirá será la zona lumbar.

Así mismo, el asiento debe quedar en linea con la bicicleta, no puede quedar torcido ya que nos ocasionaría descompensación y una posible lesión.