Ciclo Salamanca

Últimamente me habéis preguntado mucho sobre este tema y aquí va mi consejo.
El agua nunca nos puede faltar cuando estamos realizando cualquier tipo de actividad física. Es vital que repongamos el liquido que perdemos durante el desarrollo del ejercicio. Hay que beber antes, durante y al finalizar la sesión.
Lo idóneo es beber el agua a temperatura ambiente o un poco fría. Si lo que hacemos es llegar al gimnasio y compramos una botella de la maquina, podemos y debemos beber ese agua por muy fría que esté, pero con la precaución de calentar un poco en la boca ese agua antes de tragarla.
Siempre, siempre, siempre hay que mantener el cuerpo hidratado ya que podemos sufrir lesiones importantes en caso de deshidratación.
Un saludo a tod@s.

Ya está haciendo mucho frío y tenemos que tomar algunas precauciones para no ponernos malos.

Lo primero que tenemos que vigilar es la temperatura del agua que bebemos durante la clase. No es recomendable traer el agua o líquido que bebamos congelado de casa. Sería recomendable que estuviera a temperatura normal o como se dice “del tiempo”, pero no el que hace en la calle…

Otra cosa que tenemos que vigilar es no salir a la calle sudando. Abrigaros antes de salir y vigilar sobre todo la zona de la garganta. Esperar un poco antes de salir del gimnasio a que dejemos de sudar, abrigaros y bien protegidos ya podemos salir.

Mucha gente tiene la tendencia de no beber una sola gota de agua durante la sesión o clase de ciclo indoor con la esperanza de perder mayor volumen si no lo hacen, pero lo que no tienen en cuenta es que la hidratación es un hábito fundamental en cualquier tipo de actividad física.

Es vital beber agua u otro tipo de bebida isotónica aun sin tener sed ya que la deshidratación tiene unos efectos muy negativos para el cuerpo. Deberíamos beber unos 200 ml de líquido cada 20 minutos si estamos realizando una actividad física, llegando a beber entre 1 y 2 litros de agua durante la realización de una sesión.

Unos efectos negativos de la deshidratación son por ejemplo insomnio, dolor de cabeza, confusión, fatiga, vómitos, etc.